lunes, 20 de mayo de 2013

Consejos para editar un vídeo

¿Cómo editar y montar un vídeo?

Parece complicado, pero no lo es tanto. Empecemos por una visión general que permite prevenir antes de curar.
Gracias al recorrido que hemos hecho previamente por el lenguaje audiovisual y algunas técnicas, como el Stop Motion, los conceptos que maneja ya no nos resultarán extraños.

 

Fuente: Educación Plástica del IES as Barxas.

Stop Motion

Qué es

"El stop motionanimación en volumenparada de imagenpaso manivelafoto a foto o cuadro por cuadro es una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas.
En general se denomina animaciones de stop motion a las que no entran en la categoría de dibujo animado, ni en la de animación por ordenador; esto es, que no fueron dibujadas ni pintadas, sino que fueron creadas tomando imágenes de la realidad. Así pues, el stop motion se utiliza para producir movimientos animados de cualquier objeto, tanto rígido como maleable. Como los juguetes, bloques de construcción, muñecos articulados o personajes creados con plastilina.
Podríamos también definir esta forma de animar como la animación en estado puro, debido a que se construye el movimiento fotograma a fotograma; manipulando el muñeco con las propias manos, así como trabajando con otros materiales (plastilina, arena, recortes de papel, tizas sobre suelos y muros...) de manera progresiva, hacia adelante, sin posibilidad alguna de retroceso".
Fuente: wikipedia.

Experiencias

Fuente: CEDEC, Ministerio de Educación: Stop Motion.

De qué nos va a servir

Podemos crear escenarios imaginativos donde situar escenas y secuencias que nunca podríamos tomar en un paisaje real: un vuelo en avión, un amerizaje, una isla en el Océano.
Para conseguirlo, bastará con: 
- construir una sencilla maqueta, sea con ilustraciones, sea con fotos trucadas.
- recrear los personajes principales por medio de muñecos o figuras articuladas.

Vamos a utilizar una aplicación de iPad: iMotion, así como el programa Stop Motion de Linux en nuestros miniportátiles (si conseguimos instalarlo). Además, puedo disponer de una herramienta con la misma funcionalidad del programa Pinnacle en mi ordenador.
Así que, ¡adelante!

Tutorial




Fuente: Educación plástica del IES as Barxas

Podríamos descargar aquí el programa MonkeyJam.
Pero nosotros vamos a hacerlo con un método más sencillo: grabamos los planos con iMotion o Stop Motion, y luego los editamos con MovieMaker (descargable con Windows Essentials) o con Pixorial (en línea).
Acerca de la edición trataremos en la siguiente entrada.

Continuidad narrativa


Continuidad

Parece evidente que las tomas han de ser contempladas como fragmentos de un todo. La continuidad es la función que interrelaciona espacial y temporalmente un plano con el siguiente. La continuidad permite cuando se ven dos planos seguidos, asociarlos como consecutivos aunque estén rodados en lugares y, evidentemente, momentos distintos.

Elementos del raccord


En otras palabras, un personaje se encuentra en el hall de su casa a punto de salir; la escena puede estar rodada en el decorado de un estudio y el plano continuo, en el que le vemos salir de la casa, se ha registrado días después a kilómetros de allí; sin embargo, el respeto de una serie de normas profesionales y condicionantes técnicos nos permitirán apreciarlos en pantalla como continuos. Estos elementos a respetar serán, la luz, el decorado, el vestuario, el actor, el maquillaje, el sonido y la dirección de mirada o movimiento y en su conjunto reciben el nombre de raccord (o continuidad en los planos). Alguien hizo un símil con las costura: "el raccord cose los planos sin que se vea el hilo".

Eje de acción


Para mantener una geografía clara en los espacios de la realización cinematográfica y audiovisual se parte de una normativa muy precisa que se articula a partir del concepto de eje:
- eje escénico o de acción: sigue a un personaje móvil o se adapta al eje de miradas de los personajes inmóviles. 


- eje de cámara: la línea imaginaria que coincide con el punto de mira del objetivo de la cámara.

Todas las normas de composición del lenguaje audiovisual toman como base el eje escénico y el eje de cámara. De hecho se acostumbra a dividir la escena según el eje de cámara, diciéndose que tal o cual personaje está a la derecha a la izquierda o en el eje.



Movimientos de cámara

Tipos básicos: paneo y travelling


El paneo o la panorámica es un movimiento sobre el eje horizontal (el más habitual), vertical o diagonal. Las panorámicas se suelen hacer apoyada la cámara sobre la cabeza del trípode pero en ocasiones se ven algunas hechas a mano, mucho más inestables. Pueden ser de carácter descriptivo, una panorámica sobre un espacio o personaje; de acompañamiento, siguiendo a un elemento en movimiento; o de relación, asociando a más de un personaje. La panorámica realizada tan rápida como para emborronar la imagen se denomina barrido y se utiliza como recurso estilístico.

En los travellings  la cámara se desplaza en relación al escenario; se realizan colocando la cámara en unos raíles para facilitar su movimiento. Lógicamente, pueden ser de avance, de retroceso o de acompañamiento. Los travellings dotan a la imagen de dinamicidad al variar la perspectiva con el movimiento de la cámara. Con mucha frecuencia se dice que el travelling es el movimiento más hermoso, "una cuestión de moral", como llegó a afirmar el siempre provocativo Jean Luc Godard.

Otros movimientos más efectistas

El movimiento de Zoomo travelling óptico, es aquel en el que el punto de vista o perspectiva de la cámara no cambia, únicamente lo hacen las dimensiones de la escena en el interior del cuadro gracias a los objetivos de focal variable. Un zoom nunca cumple la función de un travelling. Su impresión óptica es diferente y por ello transmite valores distintos. Su uso reiterativo conlleva un modelo de narración efectista muy habitual en el cine de los años 60 y principios de los 70.

El steadycam es un movimiento libre de la cámara. Se consigue con un sistema de suspensión y absorción del movimiento que permite al operador realizar tomas de seguimiento en situaciones imposibles para un travelling; por ejemplo, subiendo una escalera o a través de los árboles de un bosque. 

La Grúa hace referencia -por el artificio técnico que utiliza- a un movimiento amplio ascendente o descendente para situar la cámara a grandes alturas, como por ejemplo en la dramática secuencia de los heridos postrados en la estación de tren del film Lo que el viento se llevó (1939). La pluma es un movimiento corto ascendente o descendente para equilibrar el cuadro al variar la altura de los elementos. Ambos movimientos son considerados por muchos como travellings verticales.

El más simple

La simple y común cámara en mano es un movimiento inicialmente asociado al punto de vista subjetivo. Se transmiten a la imagen y, por consiguiente, al espectador, las vibraciones del operador de la cámara: caminar, correr, caer. 
Sin embargo, últimamente se ha enriquecido el significado del movimiento de cámara asociándolo a una sensación realista por su herencia del reportaje televisivo y a los efectos violentos o de tensión (por ejemplo persecuciones en el cine de terror).

Fuente: Media-Cine, Ministerio de Educación / CNICE: "Los movimientos de cámara".



EL GUARDA (CLIMAX)


Y Jack se puso a correr mientras los ladrones le perseguían. Ya no podía respirar de lo cansado que estaba. Intentó llamar a su hija pero no contestaba y recurrió a llamar al jefe de los ladrones, el cual le dijo:

Jack: No hagas daño a nadie.

Joseph: ¿por qué te tendría que hacer caso?

Jack: Haré lo que tu quieras pero no hagas daño a nadie

Joseph: Quiero que digas a los de ahí fuera que exijo un helicóptero dentro de 3 horas.

Jack: lo intentaré (Joseph colgó)

Jack entonces se puso a vigilar todas las tiendas del centro comercial a ver dónde estaban los ladrones. Llegó a la tienda de los videojuegos; entonces los ladrones lo vieron y empezaron otra vez a perseguirlo.

Jack trató de planear cómo iba a eliminar a los ladrones uno a uno, porque no podía con todos a la vez.

Desde arriba vio a un ladrón que lo estaba buscando. Jack tenía miedo a las alturas pero pensó en su hija y en Isabela y se tiró desde lo alto.

Jack: Aaaaaaaahhhh!!!!!!!

Ladrón: NOOOOO!!!!!

Y Jack calló encima del ladrón el cual ya no podía casi respirar.
Jack empezó a quitarle la ropa cuando acabó le dio un golpe que lo dejó K.O y lo encerró en el baño de mujeres. La ropa que le habia quitado al ladrón se la puso el para que los otros ladrones pensaran que era de los suyos; pero fue un fracaso. Le reconocieron por lo gordo que era.

Ladrones: Eres tú!!!!
Jack: Sois unos ladrones. Nunca me cogeréis !!!

Jack descubrió que en la ropa que se había puesto había un arma. Vio a un ladrón y empezó a dispararle (lo mató).

Los ladrones también le dispararon. Una bala alcanzó la pierna de Jack. Ahora que no podía correr mucho por lo gordo que estaba y encima le habían dado en su pierna buena, Jack se fue a la puerta, ya que estaba cerrada, y empezó a abrirla.
La C.I.A consiguió entrar. Los agentes eliminaron a los otros ladrones.
Jack, Isabela y su hija se volvieron a reunir.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Una historia extraordinaria

Una niña que se llamaba María tenia siete años. Una noche soñó que venía el ejército a llevarse a su familia. Al día siguiente se lo dijo a su madre, y ella le dijo que no se preocupase que eso no iba a pasar.  Cuando la niña salió a jugar campo, vio un camión del ejército. Se preocupó mucho porque vio que estaba entrando a su casa. Entonces ella se escondió detrás de la casa y vio que se estaban llevando a sus padres. Lo siguiente que vio fue que su casa estaba ardiendo.  Empezó a llorar.
Después de pasar una noche entera, decidió ir al pueblo. Y mientras iba al pueblo se encontró con un convento, tocó a la puerta y una monja le atendió y le preguntó que qué le había pasado. La niña le contó todo y le preguntaron si tenía dónde pasar la noche. Ella les dijo que no. Las monjas le dijeron que se podía quedar un tiempo. Pensaron que se podía quedar más tiempo.
Pasaron dos años. El convento estaba atravesando malos momentos económicos. Las monjas tuvieron que llevar a la niña un orfanato. Cuando se lo dijeron se puso muy triste.  Le llevaron al orfanato y después de dos años la adoptó una familia de campo.
La niña se hartó y se escapó a la gran ciudad de Lamakum, donde conoció a otra niña huérfana que se llamaba Laura pero sus amigos le llamaban Laurita.  La niña, que era muy inteligente para su edad, se supo buscar la vida muy bien. Laura le enseñó algunos trucos de supervivencia en la gran ciudad como conseguir dinero rápidamente y sin mucho esfuerzo.
Su amiga la llevó a una casa donde vivían mas niños. Entre todos los niños reunieron todo el dinero, para gastos necesarios para la vida cotidiana. María ahorró un poco de dinero; en secreto compro buena vestimenta, para parecer una señorita.
Cuando caminaba por el centro de Lamakum, se encontró a Luis Ricardo, sobrino del rey Juan Carlos. Ella no sabia quién era él. Solo pensó que era muy rico y le podría ayudar a rescatar a sus padres, con ese dinero irse a vivir lejos de su país y así poder ser feliz.

FIN

Vivir en las nubes


Todos los días, María (una niña de 8 años) soñaba con ir a las nubes. Un día, María le preguntó a su madre (Alejandra) que cómo sería vivir en las nubes del paraíso y su madre le respondió que en las nubes del paraíso no se podía vivir. Como Alejandra vio que su hija se estaba poniendo triste, dijo rápidamente que si deseaba muy fuerte y con mucha ilusión su deseo se cumpliría. Alejandra quería intentarlo (por si acaso funcionaba) porque le habían dicho que las nubes estaban hechas de oro. Ella era muy avariciosa y lo intentó, pero como no tenía el corazón puro no lo consiguió.

La niña, inocentemente, quería llevar a su madre a las nubes porque sabía que quería ir y cogió un cochecito mágico que le había regalado su padre antes de morir del que Alejandra no conocía su existencia. Ya montada en su cochecito convenció a su madre para que subiera, y debido al corazón puro de la niña las dos subieron al cielo.

Cuando llegaron a las nubes del paraíso vieron que estaban todas cubiertas por una capa del más puro oro que parecía que no habían sido nunca mancilladas por la mano humana. Había también árboles de zafiro con manzanas de rubí. Madre e hija estaban en el principio de un camino de cristal tallado por encima de las nubes doradas. Con la boca abierta y nada más llegar lo primero que hizo Alejandra fue coger todo lo que le cupiera en las manos pero María (que era muy católica) la detuvo con una mano. Con expresión horrorizada le dijo que estaban en el paraíso, en un lugar sagrado, y que no debían mancillarlo con sus manos impuras.
Alejandra (que era atea) dijo que tenía razón y que deberían irse ya. La niña, aliviada, se subió al cochecito delante de su madre sin sospechar que en realidad no pensaba precisamente en desaprovechar ese tesoro...

Cuando llegaron era ya de noche y Alejandra e hija cenaron sopa de día anterior y se acostaron. Al día siguiente, Alejandra le hizo el desayuno a su hija y le dijo que iba el supermercado. María la creyó y se fue a jugar con sus juguetes. Mientras tanto, su madre cogió el cochecito mágico sin que la niña se diera cuenta y consiguió ir al cielo, porque mientras subía pensó en cosas bonitas y tuvo el corazón puro por unos momentos. Cuando llegó, se volvió a maravillar por la pureza de aquel lugar. Con una malévola sonrisa en los labios, Alejandra se dispuso a coger todo lo que le cupiera en las manos. En cuanto rozó la capa de oro que recubría las nubes, un temblor retumbó en todo aquel mágico lugar. Como salido de la nada, una enorme figura apareció sobrevolando el paraíso. Con una voz que salía de todas partes y a la vez de ninguna, la voz de aquel ser que se hacía llamar diablillo (era un diablillo menor, no muy poderoso, pero eso ya era suficiente para hacer temblar de miedo a una simple humana) le comunicó que era el dueño de aquel paraíso, ya que no podría osar una persona de corazón tan impuro como Alejandra siquiera entrar, cómo podía atreverse a intentar robar. Para castigarla, decidió atacarla. Alejandra, a pesar de estar muerta de miedo, tuvo la osadía de responderle diciéndole que cómo la pensaba atacar. Por toda repuesta, una horda de magníficos, blancos y puros ángeles armados apareció tras el diablillo. A la mujer le temblaban las piernas como flanes y con las escasas fuerzas que le quedaban y el corazón a mil por hora corrió a refugiarse detrás de un árbol dorado. El árbol, como respondiendo a las órdenes de su dueño, se apartó de modo que la mujer quedó a la vista de los ángeles. Con una mirada que parecía contener todo el universo y una fría sonrisa inexpresiva, el que parecía ser el capitán de la horda dio una orden y todos los ángeles tensaron los arcos cargados con manzanas doradas. A la segunda orden del capitán todas las manzanas fueron disparadas hacía Alejandra. Ella, con un grito se hizo un ovillo en el suelo para protegerse de la lluvia dorada.

Horas más tarde, Alejandra se levantó, herida y magullada pero milagrosamente viva. Con el orgullo por los suelos se puso de rodillas frente a las magníficas criaturas aladas pidiendo clemencia. El diablillo, al ver que los ángeles habían dejado de disparar, le dijo furioso al capitán que continuaran atacando. El ángel le fulminó con la mirada diciéndole que aquella mujer ya había sufrido bastante y que no era quien para mandarles a ellos, las criaturas divinas. Que ellos habían acudido sólo para castigar a una humana retorcida que osaba entrar en el paraíso, pero que no pensaban matarla. El diablillo, muerto de miedo, bajó la mirada en señal de sumisión, y, de aquella forma, encogido del miedo, no parecía tan terrible, pensó la humana. Al ver el brillo de burla en sus ojos, el ángel se volvió a la mujer y la hizo encogerse de miedo. El diablillo, ya que no era rival para un ángel poderoso y menos a una horda entera de ellos, con una expresión aparentemente arrepentida, le dijo al capitán de los ángeles que para castigar su osadía le concedería a aquella pequeña mujer humana una explicación por lo que acababa de pasar. El ser alado asintió conforme, aunque en el fondo desconfiaba del ser demoníaco. Con una orden de su capitán, la horda se retiró. Una vez que los ángeles solo eran diminutos puntos en la distancia, el diablillo invitó a Alejandra a sentarse en unos sillones que parecían haber salido de la nada. Una vez sentados el diablillo se presentó como Yergol, y le empezó a relatar la historia. Yergol le contó con una sonrisa malévola que todos lo diablillos y diablos tenían como hogar un pequeño paraíso en las nubes, y que aquel era solo uno de los miles de paraísos que había en el cielo. Pero no solo eso, que dependiendo de tu clasificación social tenías paraísos mayores o menores. Alejandra se preguntó porque aquel ser del inframundo tenía interés en darle una explicación. Como si la hubiera escuchado, Yergol con una risa malvada le dijo que ahora que sabía los secretos de las criaturas del infierno tenía razones para matarla bajo la ley de los ángeles. Alejandra, horrorizada, se dispuso a que el gran hacha de Yergol la atravesara de parte a parte, pero algo la detuvo. Era María, que al ver que su madre tardaba tanto, había ido a las nubes ella sola sin necesidad del cochecito mágico, simplemente deseándolo y ahora estaba allí entre el hacha de Yergol y su madre. El demonio sorprendido, titubeó, y María no desaprovechó la oportunidad. Cogió a su madre de la mano y juntas salieron corriendo de la mansión de Yergol. Se subieron al cochecito justo a tiempo, pues el diablillo estaba persiguiéndolas. Antes de que llegara, ellas ya estaban en su casa sanas y salvas y, exhaustas, se tiraron al suelo y acordaron hacer como si nada hubiera pasado.

Redactado por: Adriana Solé Balbuena